Dr. med. Jann Lübbe – Testimonio «primera hipnosis»

Dr. med. Jann Lübbe
Dr. med. Jann Lübbe – Dermatólogo

Aunque hace bastante tiempo que conozco el término «hipnosis», nunca me había interesado mucho al respecto, y por lo mismo tenía solo una idea muy vaga de qué se trata este método. Pero ésto ha ido cambiando con el tiempo debido a mi oficio como médico especialista en dermatología. El motivo de este cambio repentino ha sido el éxito repetido de un hipnotizador que quita berrugas con la hipnosis. Esta enfermedad típica en los niños es una infección viral difícil de tratar, las intervenciones quirúrgicas son dolorosas y la posibilidad de que vuelva la infección es grande. En el entretiempo, mis colegas y yo, le enviamos al hipnotizador los casos difíciles, ya que somos de la opinión que la hipnosis logra mejores resultados que nuestras terapias.

Por el interés en este tema que ya venía germinando en mí, se sobreentiende que al ir yo, por razones de oficio, a un congreso de dermatología en Viena, me reuniera con un amigo de mi época de estudiante (Ramón Barría Mac Lennan), quien en el entretiempo es titulado en hipnosis y con el cual acordé mi primera sesión.

Mi «primera hipnosis»

Hipnosis - sugestiones pictóricas
Hipnosis – sugestiones pictóricas

Ésto sucedió hace alrededor de 4 semanas y mi experiencia aún está muy presente y fresca en mi memoria. Uno se tiende de espaldas adoptando una posición cómoda, se suelta un poco la ropa, y sigue las instrucciones del hipnotizador. Éste da las instrucciones con voz tranquila, con las que te lleva en forma fantasiosa por todo tu cuerpo, primero con los ojos abiertos, luego con ellos cerrados. El hipnotizador da instrucciones pictóricas, habla de escaleras por las que uno va bajando, se va por diferentes niveles, cada vez más y más profundo. Se produce la sensación de una relajación plena, se pierde consciencia del peso del cuerpo, es como estar flotando o planeando por los aires. No tuve en ningún caso la sensación de estar durmiendo, si no que más bien de estar concentrado, siguiendo la voz del hipnotizador y las figuras sugeridas, olvidándome de todo lo externo. Además la aparición de visiones intensas, iluminación fuerte, paisajes con dunas, superficies con agua, habitaciones sin deslinde. El camino comenzó a ascender lentamente, tomando noción de la realidad, no como al despertar de un sueño, si no que volver a tomar poder de sus propias extremidades, al final abrir los ojos y moverse. Me sentí muy repuesto y fresco, con toda mobilidad, no como la pereza que da al levantarse por la mañana.

De ahí nos fuimos a tomar un café y luego nos despedimos.

Sorpresa

Lo que siguió fue sorprendente… algo así como 3 horas más tarde me entró un cansancio inmenso, me sentí pesado como plomo y me hubiera gustado tenderme en cualquier banca a dormir. Por desgracia eso no era posible. Supongo que se trata de una reacción física como consecuencia de la hipnosis, así como en la vida normalmente después de una relajación el cuerpo reclama dormir.

Para la próxima sesión de hipnosis me tomaré el resto del día libre, para así poder estar alerta a las reacciones posteriores de mi cuerpo.

Dr. med. Jann Lübbe
Especialista en dermatología

Nyon, Suiza. Octubre del 2016